¿Qué es la radiofrecuencia?
La radiofrecuencia facial es el tratamiento de rejuvenecimiento sin cirugía. Sus efectos son como los de un lifting pero sin los inconvenientes de pasar por el quirófano.
Consiste en un tipo de corriente eléctrica alterna, que produce un calentamiento profundo que afecta a la piel y al tejido graso subcutáneo. Este incremento de temperatura, genera una activación de los fibroblastos, células encargadas de la producción del colágeno, creando nuevas fibras.
Este efecto de colagenogénesis (o formación de nuevo colágeno) provoca un resultado de contracción de la piel, luciendo más tersa y firme, y mejorando o haciendo desaparecer la indeseada flacidez.
Consiguiendo gradualmente la reestructuración del colágeno profundo, creandose fibras nuevas que sustituyan a las envejecidas y hagan los tejidos más elásticos y tersos.
Resultados:
Incremento en la producción de colágeno y elastina.
Vasodilatación que mejora el metabolismo celular y aumenta la oxigenación del tejido.
Piel luminosa y tonificada.
Efecto lifting en cara y cuello.
Arrugas y surcos suavizados.
Piel con mayor elasticidad.
Tensa los músculos de la cara.
Genera uniformidad proporcionando un mejor color y tono al cutis.
El óvalo facial se contrae, las cejas se elevan, con lo que la mirada se mostrará más rejuvenecida,el surco nasogeniano se suaviza, disminuyendo los pliegues cuando se aplica a las mejillas.
Se reduce la papada y los pómulos quedan más acentuados
Mayor definición del óvalo facial si se trata todo el rostro, incluida la piel del cuello.
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Recomendaciones
Realizar de 5 a 10 sesiones, una por semana. Resultados visibles desde la primera sesión, pero los efectos de la radiofrecuencia son acumulativos, de modo que se incrementarán sesión tras sesión hasta alcanzar su momento óptimo a los 3 o 4 meses después de haber terminado el tratamiento.
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